Hubo un tiempo que se volvió infinito. Hubo un lugar que se volvió eterno. Hubo una música que se volvió armónica. Y yo tuve la suerte de estar ahí. Yo tuve la suerte de compartir ese tiempo, ese lugar y esa banda sonora con alguien como yo. Peculiarmente diferente como yo. Alguien que no era irreal. O al menos yo estaba seguro de que no lo era.
Ese tiempo se perdió en el pasado. Ese lugar ya no recuerdo dónde está. Esa música no ha vuelto a sonar.
Ya sólo queda un vago recuerdo. Bastante borroso.
Quizá tan solo fue el espejismo de una idea que rondaba por mi cabeza. Quizá tan solo fue un sueño que tuve una noche cualquiera y yo creí real. Quizá tan solo fue lo que yo quería que hubiera sido.
Fuera lo que fuera, siempre guardaré ese grato y borroso recuerdo (real o no) en algún lugar muy dentro de mi. Y es que a veces uno necesita volver a la esencia de aquel tiempo, de aquel lugar y de aquella música.
[Posibles recuerdos borrosos de una tarde pre-primaveral desde mi chillout.]
Habrán nuevos tiempos, nuevos lugares y nuevas músicas. Versiones mejoradas de un pasado casi real.
Y de momento hay un tiempo, un lugar y una música que disfruto intensamente: el "aquí” que construyo, el “ahora” que vivo y la “canción” que compongo.
© TOni Cervera, 2013.
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