martes, 12 de marzo de 2013

Erase Una Vez Un Color. 10/03/13


Sorpresas que llegan con el atardecer. Sin aviso. Igual que la magia de sus colores. Espectánte. Incrédulo. Ahí está. Un regalo en forma de bocanada. Nunca esperas, ya aprendiste la lección una y otra vez. Se atragantan las palabras. No ayer, sino hoy. Ayer fluían de forma bárbara. Hoy no encuentras ninguna que haga justicia. Hay cosas que son indescriptibles. Hay quien sabe de lo que hablo; la mayoría ni tan solo lo puede imaginar. No sabes porqué. Aunque en el fondo si. La mano quiere escribir; pero es un embudo. Hay momentos que duran un suspiro, pero es un suspiro de esos eternos. Hay noches que suman esos momentos. Hay noches que suman esas eternidades. Hay noches que se hacen cortas, muy cortas, demasiado cortas... Pero se vuelven eternas; al menos en ti.

Intentas dormir... pero no puedes. Prefieres observar. Y miras. Y ves. Y escuchas. Y sientes. Pero ¿el qué? Da igual. Lo disfrutas. Lo guardas. Te lo callas. Lo memorizas. Lo grabas en ese rincón. Y de vez en cuando lo podrás rescatar.

Y amanece. No sueñas. Te extraña. Sonríes. Y el sol se alza. Y los colores cobran fuerza. Pero hay uno que nunca habías visto hasta ese justo momento. Es el color con el que pintarías infinitos momentos. Pero sólo momentos de esos. Sonríes de nuevo. Disfrutas del ahora. No hay más. Es lo que importa. Y no te importa.

El día ha de seguir; y sigue.

Pero hoy guardaré esta noche y este amanecer junto al beso que no te daré.

Erase Una Vez un Color.


© TOni Cervera

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