Horizontes que caen... Deambulando sin rumbo. 14/03/13

Hoy el aire acaricia sin ternura el rostro. Tal es la fuerza que corta la expresión. Un cielo despejado y teñido de azul intenso. El sol, a lo alto, brilla intensamente. El aire es gélido, pero disimula mientras te arropa el sol. En las sombras te penetra como una daga y cala hasta los huesos. En esta plaza estoy a salvo. No hay sombras que impidan al sol calentar cada uno de sus rincones. Me incluyo. Pero el aire se vuelve huracanado al no encontrar obstáculo alguno. Un equilibrio delicado. Una sensación bipolar.

Surge un dilema: pasear bajo el sol al son del frío aire, o entrometerse por esas callejuelas que quedan al frente y cubren las sombras. Sol o sombra; aire o calma.

Desde aquí puedo divisar el mar. El oleaje debe romper con las ganas de un amante añorado.  

[Hoy recupero esta libreta que andaba perdida en el fondo de una bolsa abandonada.]

Hay muchísima vida en esta ciudad. Me tiene enamorado. Es un constante vaivén . Cierta envidia me invade en pensar en sus habitantes. Pero sólo la justa. Hay algo que no tienen y yo si tengo. Y eso para mí no tiene precio. O igual si lo tiene por un tiempo.

Finalmente mis pasos me dirigen hacia nuevas calles por descubrir dirección la mar. Después de una mañana tan nefasta espero encontrar algo de paz.

Hora de dejar de escribir y empezar a pintar con luz el sensor de la cámara.

Mañana más.

© TOni CerVera, 2013