martes, 3 de julio de 2012

La Relatividad de las Cosas. Parte I. 31/12/10

...sin orden ni intención, escribiendo en el tren...


Todo, absolutamente todo es relativo. Grandes genios han hecho esta afirmación, pero casi ninguno de nosotros tomamos consciencia de ello. La misma acción o situación en contextos diferentes, tiene una interpretación completamente distinta. El contexto puede ser temporal o social principalmente. Situaciones o acciones del pasado, del nuestro o de un pasado muy lejano, nos pueden resultar en un presente incomprensibles. Situaciones o acciones que en nuestro entorno socio-cultural son "normales", en otras sociedades o culturas pueden ser inadmisibles o aberrantes, e igual a la inversa. Por lo tanto, nos damos cuenta que la percepción que tenemos de tantas y tantas cosas que a priori nos parecen absolutas e incuestionables como el bien y el mal, lo correcto e incorrecto, lo normal y lo anormal, no es más que el fruto de las circunstancias que estamos viviendo en ese mismo instante condicionada por la moralidad generalizada e impuesta de la sociedad que nos envuelve y nos "educa" a su medida desde nuestros inicios.
Por lo que podemos afirmar que nuestra percepción no podrá nunca ser completamente objetiva mientras no nos desvinculemos de la moralidad que nos ha sido impuesta y gravada.


...

No es el hecho de arrepentirnos o perdonarnos de las acciones cometidas lo que nos dará la paz interior que casi siempre anhelamos, sino que sólo cuando tomemos consciencia de lo acontecido y lo aceptemos plenamente entenderemos que todo era parte de un proceso de aprendizaje.
Un Proceso de Aprendizaje que difiere infinitamente en cada uno de nosotros, y que nos ofrece, cual fuera un traje a medida, unas valiosas lecciones que debemos analizar e intentar entender. Una vez asumida i/o entendida la lección que nos encontraremos desde la perspectiva del tiempo, porque sólo el tiempo nos aclarará la visión y nos descargará de los lastres que en su día formaban parte de nosotros mismos, sólo entonces podremos aplicar lo aprendido para re-equilibrarnos de nuevo. 

Una vez re-equilibrados tomaremos consciencia que el secreto no es más que el equilibrio interior. Un equilibrio interior que no encontraremos nunca fuera de nosotros. Lo único que encontraremos fuera son inagotables excusas para no mirar hacia dentro, excusas para poder encontrar un culpable, excusas para no escucharnos, excusas para no entendernos, excusas para no actuar. Y con las excusas lo único que habremos hecho es posponer nuestro propio encuentro.


...

Toda situación puede tener dos lecturas: una positiva y una negativa. Sólo depende de nuestra actitud frente a la vida de cuál de las lecturas tomaremos consciencia. Yo siempre encuentro una lectura positiva. Sólo así sumo, y me encanta sumar. Sólo así aprendo, y me encanta aprender.

...y llego a la estación de destino y cierro la libreta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario